Daniel Pascual

"la cooperación quien determina temarios, bajo formatos elaborados por técnicos que no están en el terreno que no saben las condiciones económicas”

Daniel Pascual Hernández es Maya k’iche’, e integrante del Comité de Unidad Campesina (CUC) de Guatemala desde que tenía 10 años. Es actualmente su coordinador general. Ha sido también del 2004 al 2006 miembro del Consejo Nacional de los Acuerdos de Paz, donde participó en la elaboración de los Acuerdos de Paz en Guatemala. Como defensor de los Derechos Humanos ha requerido medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante el hostigamiento y amenazas que permanentemente recibe. 


¿Cuáles son los retos actuales del sector de la cooperación?

Organizaciones, socias o contrapartes, término que hay que definir… Las ONG no abren un diálogo con ellas, cada quien determina la relación que no consideramos será una donación, pues en ese caso sería la organización o el movimiento el que define las líneas o rubros. En cambio, es la cooperación quien determina temarios bajo formatos elaborados por técnicos que no están en el terreno, que no saben las condiciones económicas, sociales y políticas, ni los regímenes de impuestos. Todas ellas situaciones reales del campo, donde no consigues facturas ni cotizaciones para hacer un evento o pagar un tipo de trabajo.

La cooperación solidaria nos apoya con recursos, pero solo con la parte de inversión. Como si tuviéramos el personal o los vehículos, ya no nos financian con ello.

China está entrando fortísimo en los convenios con gobiernos, donde contribuye a perjudicar la cooperación Norte-Sur, porque son pactos con los estados. Por lo tanto, ya no interesa a los gobiernos la cooperación solidaria. Así se entiende la expulsión de ONG porque a los gobiernos les sirve con la bilateral.  

En Guatemala, están además haciendo nuevas leyes para restringirnos, que las ONGs aceptan, pero nos llenan de burocracia, nos están llenando de trámites que nos asfixian, igual que los códigos de ONGs internacionales que por algún resbalón, cada vez más, requerimos antecedentes penales y policiacos, por ejemplo, y ya con eso no entramos, pues precisamente por defender los DDHH los gobiernos como el de Guatemala nos condenan y la cooperación en vez de apoyarnos retira la ayuda. 

Como hacer con la legislación nacional, que se está cerrando para las organizaciones que son contestatarias a este gobierno antidemocrática, como vamos a sobrevivir. Nosotros sabemos trabajar sin apoyo económico, las que hemos trabajado siempre sobre los DDHH pero este nuevo contexto donde los Estados restringen su legislación y están, tirando por el desagüe el debido proceso, independencia judicial, DDHH, 

Sobre el feminismo, no es suficiente empoderar a las mujeres cuando se van a enfrentar a esposo, padres o hermanos donde el machismo está a flor de piel, hay que hacerlo juntos. En CUC sentimos el peso que viene de fuera, con rechazo a los hombres. se ha llegado a un momento donde hay una separación del feminismo con la visión del pueblo maya, en esta cumbre en Guatemala, las mujeres dijeron que no van a abordar el tema del feminismo, sí de a la visión desde el pueblo maya sobre cómo tiene que ser la relación entre hombres y mujeres por los principios de complementariedad, dualidad de la cosmovisión maya.

¿Cómo consideras que deben ser enfrentados?

Requiere de un diálogo con la cooperación solidaria sobre como apoyar si se la van a jugar la camiseta con nosotros o nos van a abandonar cuando ya no estemos.  Nosotros nos fuimos de frente en la lucha contra la corrupción, pero luego cuando todo se complicó aquí nos quedamos nosotros solos, con la gente. De lo contario se nos seguirá yendo la democracia de Guatemala. 

Cómo nos descolonizamos, para una justa lucha de las mujeres que asuman su rol pero no podemos dividir y caer a una situación antrocéntrica. 

Los desafíos sí van a ser cada vez más complicados y es una crítica que le sigo haciendo a algunas ONGs y es que nos comenzaron a capacitar para hacer incidencia, lobby, pero este tiempo ya no es para eso, hay que empujar a la gente para que esté en el Estado a tomar decisiones a nuestro nombre. Los movimientos deben de poder llegar al Estado, es un desafío porque nos dijeron que en la democracia debíamos los movimientos hacer que otros nos representen e incididir como proponen las ONGs, pero ahora creemos que debemos ganar elecciones y estar en el gobierno. 

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