Papá de Luciana Valentina. Venezolano. Reconocido sociólogo y economista político. Magister en sociología del desarrollo Investigador, analista de entorno y ciencia de datos. Escritor. Premio de investigación Universidad Popular de las Madres de la Plaza de Mayo 2010. Premio de ensayo sociopolítico Gustavo Machado 2015 y premio Librevista de ensayo 2022.
¿Cuáles son los retos actuales del sector de la cooperación?
Frente a un presente y futuro que devienen cada vez más distópicos cuando no francamente catastrofistas, el sector de la cooperación debe erigirse en una alternativa definitiva a los poderes corporativos y gubernamentales enfrascados en lógicas que nos están conduciendo a dichos desenlaces. Debemos recuperar el mañana como un lugar mejor y sostenible para todos y todas es la meta. Parafraseando el título de una conocida película, hay que Volver al Futuro, no como una fuente de temor, sino de esperanza.
¿Cómo consideras que deben ser enfrentados?
Requerimos visión. Además de de una cooperación internacional con compromiso y coraje, se requiere mapear las realidades existentes pero también las posibles y deseables, como forma de conjurar aquello que no debemos dejar que pase y pulsar colectivamente por aquello que, como especie, debemos legar a quienes nos continuarán en este planeta.
En mi país (Venezuela) venimos de enfrentar situaciones en extremo complejas, que han supuesto un desgaste profundo y donde incluso el riesgo de un colapso societal ha estado presente. Sin embargo, aquí vamos rehaciéndonos en base al entendimiento y la solidaridad. Es una experiencia que nos enseña que, con los contrapesos necesarios y los esfuerzos adecuados, lo que luce fatalmente inevitable desaparece, y lo que parecía imposible termina revelándose. El agobio no puede ser el espíritu de los tiempos. Pero hay que procurar lo contrario. Puede ser este un buen aprendizaje para la cooperación internacional, que también requiere reinventarse.