Sociólogo e investigador boliviano con dos décadas dedicados a la cooperación internacional en diferentes ONG. Es consultor internacional en temas relacionados al desarrollo y la democracia en América Latina y El Caribe, mientras amplía sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid. Ha escrito investigaciones de amplia difusión sobre recursos naturales, activismos juveniles, cierre de espacios a la democracia y economía de los cuidados. Apoyará a The Sherwood Way como analista sobre América Latina y estudios prospectivos.
¿Cuáles son los retos actuales del sector de la cooperación?
La cooperación internacional se está reorganizando en torno a las dos grandes agendas de la época: la desigualdad (fundamentalmente económica, de género y étnico-racial) y el cambio climático. Quizá el mayor desafío que implican ambas agendas para la cooperación, es su carácter sistémico, el cual no solo requiere un abordaje más integral, sino también cuestionar las relaciones asimétricas por las que el crecimiento ilimitado de algunas economías, se produce a condición del empobrecimiento y destrucción ambiental del resto del mundo.
En este sentido la cooperación requiere revisar la forma en la que se relaciona con los países llamados “receptores”, el modelo de desarrollo que promueve, pero principalmente las consecuencias -no sólo históricas sino muy actuales- que el desarrollo de los países llamados “proveedores” tienen en el resto del mundo.
¿Cómo consideras que deben ser enfrentados?
¿Qué hacer para enfrentar estos desafios? La evidencia científica y académica sobre las causas que provocan el cambio climático y las condiciones de desigualdad es abrumadora, es necesario que la cooperación continúe integrando este conocimiento a sus políticas y estrategias, la presión de los grupos de poder económico no pueden marcar la agenda de la cooperación por sobre la evidencia científica y el marco de los ODS. Son necesarios mayores esfuerzos para establecer relaciones simetricas entre los países de la OCDE y el llamado Sur Global, que permita replantear desde ambas miradas las propuestas de transición, con el fin de no mantener una transición inequitativa que nuevamente garantiza el crecimiento económico de los países desarrollados en desmedro del resto.
Diversos movimientos ciudadanos, culturas diversas, actores de la academia, etc. están generando alternativas desde el Sur, es importante que la cooperación facilite su escucha, la difusión de este conocimiento, los modelos que se plantean, en tanto son conocimientos o saberes que apuntalan hacia otras formas de relacionamiento social y con el entorno, muy necesarias en la actual crisis sistémica.